Debido a que la piel del bebé es extremadamente delicada, requiere de cuidados especiales pero también es importante que conozcamos lo que es natural en ella para no alarmarnos en vano usando productos que terminarían dañándolo...
Y La piel no alcanzará su plena madurez hasta los 2 ó 3 años de edad.
En el recién nacido, la piel es entre un 40 y 60% más delgada que la del
adulto y la relación entre su superficie y el peso corporal es 5 veces mayor, esto aumenta el riesgo de penetración de sustancias
irritantes y de toxicidad; dependen además de las semanas de gestación, es por eso que no pueden utilizarse los mismos ingredientes
ni a la misma concentración que en un producto destinado a adultos.
Nacer supone un “shock”; incluso para la piel,la piel pasa de estar en contacto con un medio acuoso a estarlo con un medio
aéreo, frío y seco, al que tiene que adaptarse rápidamente. En los primeros
minutos de vida, mientras se completa el proceso de adaptación de los pulmones
y se regula de forma adecuada la temperatura, la piel del recién nacido tiene
un tono ligeramente violáceo. Al igual que sucede con el resto del organismo,
tiene que producirse una serie de cambios fisiológicos para adecuar la piel
fetal a la vida extrauterina.
En el bebé la relación
entre la superficie de la piel y el peso corporal es mucho mayor que en el
adulto, de ahí que en un producto para bebé no puedan utilizarse los mismos
ingredientes ni a la misma concentración que en un producto destinado a
adultos.
La piel está formada por 3 capas principales:
·
Epidermis: es la capa más superficial de la piel. A su vez también está formada por
5 subcapas.
·
Dermis: a través de ella se transmiten las sensaciones de calor, presión, tacto…
·
Hipodermis: compuesta por + tejido graso. Aísla del calor y del frío,
sirve como reserva energética y nos protege contra los golpes.
Características de la piel del recién
nacido
Al nacer la piel del bebé como órgano dotado de funciones protectoras
múltiples no está completamente desarrollada. La formación de este órgano tan
complejo que es la piel está genéticamente programado, pero también influyen
factores externos.
Las características de la piel del bebé, y sobre todo la del recién
nacido dependen de las
semanas de gestación.
Las primeras semanas y meses de vida tras el nacimiento constituyen un
periodo de adaptación para garantizar la función de la piel como barrera eficaz
frente a estímulos físicos y químicos externos, su función como defensa
antimicrobiana, su papel en la termorregulación y su actividad metabólica. En
el mecanismo de defensa y adaptación de la piel al medio aéreo juega un papel
muy importante el nivel de “acidez” de la superficie cutánea (pH).
Además, en 8 semanas la piel duplica su superficie.
Todos estos cambios que va experimentando la piel de los bebés en los
primeros meses pueden valorarse mediante una serie de parámetros fisiológicos
como:
· - El pH (nivel de acidez) de su superficie
· - La pérdida insensible de agua (PIA)
· - El nivel de hidratación de la capa córnea (su capa más externa)
· - La secreción sebácea
· - El sudor
· - La vascularización de la piel, etc.
El
“manto ácido” en el recién nacido
El
denominado “manto ácido” de la epidermis (acidez o pH en torno a 5,7) de la
superficie de la piel, característico del adulto, es necesario para regular y
mantener la resistencia frente a los microorganismos, agentes químicos y
factores mecánicos. Ese pH varía según la zona del cuerpo, pero de forma
general podemos decir que el pH promedio de la superficie de la piel del recién
nacido está en torno a 7 (menos ácido que el del adulto).
La
epidermis
La capa
más superficial de la epidermis, la capa córnea, es la principal responsable de
la función barrera de la piel. Según los estudios científicos disponibles,
desde el punto de vista funcional, la maduración completa de la barrera cutánea
tiene lugar entre las 2 y las 4 semanas de vida. En bebés prematuros tarda unos
15 días más y en bebés muy prematuros aún más. Desde el punto de vista
estructural la epidermis, y sobre todo la capa córnea, del bebé es mucho más
delgada que la del adulto. Los corneocitos son más pequeños y están menos
cohesionados, por lo que se desprenden con más facilidad. Así, hasta los 2 años
de edad la renovación celular es mayor.
En
cuanto al nivel de hidratación de la capa córnea, los primeros días (hasta las
2 semanas o el mes de edad) es menor que en los niños mayores y en los adultos.
Las
últimas investigaciones realizadas mediante una técnica muy novedosa
(microespectroscopia Raman confocal) parecen demostrar que el “Factor natural
de hidratación” conocido por su siglas en inglés, NMF (Natural Moisturizing
Factor), y responsable de retener el agua en la epidermis, es inferior en los
bebés, lo cual explicaría su mayor facilidad para deshidratarse.
En la
hidratación, también influye mucho la zona del cuerpo de la que se trate, si
hay oclusión como en la zona del pañal, si está simplemente cubierta por la
ropa o si está expuesta de forma directa al aire, viento, sol, frío… como por
ejemplo, la cara, que puede resecarse muy fácilmente en los bebés.
Los
mecanismos naturales de fotoprotección
Al
nacer, el bebé tiene todos los elementos necesarios para una fotoprotección
natural, es decir una capacidad para defenderse frente a la agresión producida
por el sol, pero dichos mecanismos no están aún activos. Su activación es
progresiva: la capa más superficial de la piel se va reforzando, se activa la
producción de melanina y se desbloquean los mecanismos de reparación celular,
inicialmente inmaduros para ejercer su función. Sin embargo este reservorio de
protección, denominado también “capital solar”, no es ilimitado. Incluso una
vez que estos mecanismos han adquirido su madurez, a medida que la piel se va
sometiendo a la exposición solar, la capacidad de fotoprotección va agotándose,
hasta llegar a la edad adulta. Es absolutamente necesario preservar ese
capital.
Diccionario
Al nacer la piel está cubierta por una sustancia grasa
llamada Vernix caseosa.
Los 2 ó 3 primeros días presenta un enrojecimiento intenso llamado eritema fisiológico y cuando éste disminuye, en muchos casos, empieza a aparecer
una coloración amarillenta o ictericia fisiológica. En los hombros y
en la espalda del recién nacido puede haber un vello muy fino llamado lanugo…. Estos son
algunos términos relacionados con el aspecto externo de la piel del recién
nacido y las pequeñas erupciones benignas que puede presentar.
Vernix
caseosa: Sustancia grasa que recubre la piel durante el periodo fetal.
La protege de la exposición constante al liquido amniótico, a la orina fetal y
otros residuos que contiene y que podrían irritarla. Al final de la gestación,
por su naturaleza resbaladiza, parece que también facilita el nacimiento. Al
nacer, recubre la piel del recién nacido, la aísla del nuevo medio al que se
enfrenta y le ayuda a conservar la temperatura.
Lanugo:
Significa « lana » en latín. Es una pelusilla o vello muy fino que aparece, recubriendo
la piel, hacia el 4º mes de gestación. En el periodo fetal, actúa como aislante
de la piel y puede servir para que el vernix se fije a ella. Esta pelusa suele
desaparecer antes del nacimiento, por lo que en los recién nacidos a término
suele ser escaso. En algunos recién nacidos puede apreciarse, sobre todo en los
hombros y espalda, pero desaparece en poco tiempo.
Eritema
fisiológico del recién nacido: Enrojecimiento que presenta
la piel del recién nacido durante los 2 ó 3 primeros días, sobre todo en las
extremidades. Se debe a un fenómeno de inestabilidad vasomotora, por la
inmadurez de los centros cerebrales. Cambia con rapidez a un tono rosado, salvo
en las manos, los pies y los labios donde la transición es mas gradual.
Eritema tóxico neonatal: Es la ‘erupción’ que con mayor frecuencia se observa en los recién nacidos. Tiene aspecto de manchas rojas bien delimitadas con ‘granitos’ rojos o blancos en su interior y se observa en cualquier parte de la superficie de la piel del recién nacido, excepto las palmas de las manos y las plantas de los pies. Lo más frecuente es que aparezca el 2º día de vida, pero puede aparecer en cualquier momento durante las 2 primeras semanas. Puede persistir varios días o semanas, es benigno y remite espontáneamente.
Ictericia
fisiológica: Coloración amarillenta de la piel que, en condiciones
normales, empieza a aparecer el 3er o 4º día de vida del recién nacido, cuando
empieza a disminuir el enrojecimiento. Esta coloración disminuye rápidamente.
Si en vez de disminuir aumenta, hay que consultar con el pediatra.
Descamación
fisiológica: Descamación de la piel del recién nacido que se observa, en
condiciones normales, hacia el 2º día de vida, sobre todo en el tronco. Es más
importante en los bebés más maduros (más de 40 semanas de edad gestacional) y
más leve y tardía en los prematuros.
Hemangiomas tipo vino oporto:
También llamados nevus planos. Son unas manchas rosadas que se observan en
algunos recién nacidos en (raíz de la nariz, párpados y frente) y, en
ocasiones, en la nuca. Se hacen más evidentes con el llanto y el calor y
palidecen con el frío. Están formadas por capilares sanguíneos y suelen
desaparecer con el tiempo (después del primer año de vida) o volverse menos
intensas. Las de la nuca a veces no desaparecen nunca.
Los hemangiomas capilares o en fresa son marcas de nacimiento de color rojo, prominentes y de textura rugosa, provocadas por conjuntos de capilares dilatados. Estas marcas pueden ser claras al nacer pero típicamente se vuelven rojas y aumentan de tamaño durante los primeros meses de vida. Luego disminuyen de tamaño y desaparecer sin tratamiento durante los primeros seis años.
Las manchas tipo café con leche, denominadas por su color marrón claro, están presentes en la piel de algunos bebés. Su color se puede intensificar (o pueden aparecer por primera vez) conforme el niño va creciendo. No suelen tener ninguna importancia a menos que sean grandes o de que el bebé presente seis o más en el cuerpo.
Mancha
mongólica o sacra: También llamada Mancha de Baltz. Es una mancha de color gris
azulado que a veces se observa en la zona lumbar de la espalda del recién
nacido. Se llama así porque es más frecuente en la raza asiática y, en general,
en las pieles oscuras. Normalmente desaparece hacia el primer año de vida.
Acrocianosis, una tonalidad azulada en la piel de manos, pies y el área que rodea los labios, sobre todo si se encuentran en un ambiente fresco.
Milium
facial: Pequeños puntitos de color blanco-amarillento, parecidos a
‘espinillas’, que pueden observarse en la cara de los recién nacidos, en las
aletas de la nariz. Son producto de la secreción de las glándulas sebáceas y
desaparecen espontáneamente al 2º o 3er mes.
La miliaria - una erupción de pequeñas vesículas rojas y prominentes que suelen tener la “cabeza” blanca o amarilla- se denomina a veces acné del lactante por su aspecto. A pesar de que a menudo afecta a la cara y puede abarcar áreas extensas del cuerpo, se trata de un trastorno cutáneo inofensivo que remite en pocas semanas con los cuidados normales de la piel.
La melanosis pustulosa, una erupción presente desde el nacimiento, sobre todo en bebés de raza negra, se caracteriza por bultitos o vesículas de color marrón oscuro que salpican el cuello, la espalda, los brazos, las piernas y las palmas de las manos. Generalmente desaparece sin tratamiento. Asimismo, no es nada raro ver a recién nacidos con ampollas por succión en dedos, manos o brazos, ya que el feto puede empezar a chuparse estas partes del cuerpo cuando todavía está en el útero materno.
Acné
neonatal: Comedones algo mayores que se observan en las mejillas y dorso
de la nariz, del recién nacido. Está relacionado con el paso de hormonas de la
madre al bebé. También desaparece espontáneamente y sin dejar secuelas.
Petequia (pequeñas motas rojas provocadas por hemorragias intradérmicas o subcutáneas). Todos ellos están provocados por el traumatismo asociado al hecho de tener que atravesar el estrecho canal del parto o por la presión que ejercen los fórceps que a veces se tienen que utilizar durante el parto. Todos ellos se curan y desparecen durante la primera o dos primeras semanas de vida.
Un testimonio Publicado por oricosmética.es
Hoy vengo hablaros de la magnífica gama Baby Care de Oriflame, gracias a ella entré a formar parte de esta empresa... estoy muy contenta y casi todas lo sabréis pues lo cuento mucho, que gracias a esta gama a Hugo se le quitó esos eccemas y sarpullidos que le salían por todo el cuerpo, estaba cansada de gastarme mucho dinero en cremas de farmacias, me dejaba todas las semanas un dinero hasta que me recomendaron estos productos y en pocos días al peque se le quitó todo, Increíbleee¡¡¡¡¡ no me lo podía creer que conseguí la gama perfecta.
Lo primero que compré fue el Gel Cabello y Cuerpo Baby Care en comparación con otra marca muy conocida y ahora la hidratante de la misma gama; vamos un dineral como he dicho antes, a las dos semanas mi niño era otro, volvió su piel de señorito, como le decía el pediatra
Después, más adelante compre la Crema Nutritiva Baby Care y lo mejor de todo es que vale para la Mamá como para el Bebé, no es nada grasa, odio las cremas pegajosas y el olor es como cuando abres una caja de una muñeca nueva Umm es un olor tan suave pero a la vez duradero, la utilicé todo el embarazo de Migue y mi barriga no tiene ni una estría.
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